Qué es el sueño REM y sus peculiaridades: fase del sueño más importante
El sueño REM, también conocido como Movimiento Rápido de los Ojos, es una fase del sueño que forma parte de nuestros ciclos de sueño. Durante esta fase, nuestro cuerpo experimenta una serie de peculiaridades que lo distinguen de las otras fases del sueño. A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle qué es el sueño REM y sus características más destacadas.
La elevada actividad cerebral y los movimientos oculares rápidos
Una de las características más llamativas del sueño REM es la elevada actividad cerebral que se produce durante esta fase. A diferencia de otras fases del sueño, en las que la actividad cerebral disminuye, en el sueño REM se registra un incremento significativo en la actividad de diversas regiones cerebrales.
Además de la actividad cerebral, el sueño REM se caracteriza por los movimientos oculares rápidos. Durante esta fase, nuestros ojos se mueven rápidamente de un lado a otro, como si estuviéramos siguiendo algo con la mirada. Estos movimientos oculares rápidos son una de las principales señales que indican que estamos en la fase de sueño REM.
Inmovilidad corporal, excepto en los ojos y el diafragma
Una peculiaridad única del sueño REM es que, a pesar de la elevada actividad cerebral y los movimientos oculares rápidos, nuestro cuerpo permanece inmóvil y paralizado durante esta fase. Esta parálisis, conocida como atonía muscular, es una medida de protección que evita que llevemos a cabo los movimientos que experimentamos en nuestros sueños.
Aunque nuestro cuerpo está inmóvil, existen dos excepciones: los ojos y el diafragma. Nuestros ojos, como mencionamos anteriormente, se mueven rápidamente de un lado a otro. Por otro lado, el diafragma, el músculo responsable de la respiración, sigue funcionando normalmente durante el sueño REM. Esta combinación de inmovilidad corporal y actividad ocular y respiratoria crea una experiencia única durante esta fase del sueño.
Sueños y capacidad de recordarlos
El sueño REM es conocido como la fase en la que se producen los sueños. Durante esta fase, es más probable que experimentemos sueños vívidos y emocionantes. Esto se debe a la elevada actividad cerebral y a la liberación de neurotransmisores que tienen lugar durante el sueño REM.
Además, el sueño REM nos brinda la capacidad de recordar nuestros sueños. A diferencia de otras fases del sueño en las que no recordamos lo que soñamos, durante el sueño REM es más probable que retengamos los detalles de nuestros sueños al despertar. Esta capacidad de recordar los sueños ha sido objeto de estudio y fascinación durante mucho tiempo.
Reorganización de contenidos mentales y fijación de nuevos recuerdos
Una de las funciones principales del sueño REM es la reorganización de nuestros contenidos mentales. Durante esta fase, nuestro cerebro procesa y ordena la información que hemos adquirido durante el día, lo que nos permite tener una mejor comprensión y consolidación de los conocimientos adquiridos.
Además de la reorganización de contenidos mentales, el sueño REM también desempeña un papel fundamental en la fijación de nuevos recuerdos en la memoria. Durante esta fase, nuestro cerebro fortalece las conexiones neuronales relacionadas con los recuerdos y las experiencias recientes, lo que contribuye a la consolidación de la memoria a largo plazo.
Importancia para el desarrollo y maduración del cerebro
El sueño REM también juega un papel fundamental en el desarrollo y maduración del cerebro, especialmente durante la etapa de crecimiento. Durante la infancia y la adolescencia, el sueño REM desempeña un papel crucial en el desarrollo de diversas funciones cognitivas y emocionales.
Estudios han demostrado que la privación del sueño REM durante el desarrollo puede tener efectos negativos en la memoria, la atención y el estado de ánimo. Por lo tanto, es esencial garantizar un sueño adecuado, que incluya suficiente tiempo de sueño REM, durante estas etapas críticas del desarrollo.
Variación en los ciclos de sueño y cantidad de sueño REM
A lo largo de la vida, nuestros ciclos de sueño y la cantidad de sueño REM que experimentamos varían. En los recién nacidos, el sueño REM ocupa aproximadamente el 50% del tiempo de sueño, lo que refleja la importancia de esta fase para su desarrollo inicial.
A medida que crecemos, la cantidad de sueño REM va disminuyendo. En la edad adulta, aproximadamente el 20% del tiempo de sueño se dedica al sueño REM. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas cifras son promedios y pueden variar de una persona a otra.
Cambios en el sueño REM con la edad
Conforme envejecemos, nuestro sueño experimenta una serie de cambios. En general, el tiempo total de sueño se reduce y se fragmenta, lo que significa que nos despertamos más veces durante la noche. Sin embargo, la latencia del sueño REM, es decir, el tiempo que tardamos en entrar en esta fase del sueño, tiende a disminuir.
Esto significa que a medida que envejecemos, tardamos menos tiempo en entrar en la fase de sueño REM, pero pasamos menos tiempo total en esta fase. Estos cambios en el sueño REM pueden estar relacionados con el envejecimiento del sistema nervioso y otras variables fisiológicas.
El sueño REM es una fase del sueño caracterizada por una elevada actividad cerebral, movimientos oculares rápidos y parálisis corporal, excepto en los ojos y el diafragma. Durante esta fase, se producen los sueños y tenemos la capacidad de recordarlos. Además, el sueño REM cumple funciones importantes en la reorganización de contenidos mentales, la consolidación de nuevos recuerdos y el desarrollo y maduración del cerebro. A lo largo de la vida, nuestros ciclos de sueño y la cantidad de sueño REM varían, y con la edad, experimentamos cambios en la duración y la latencia del sueño REM.
Referencia bibliográfica:
McCarley, R.W. (2007). Neurobiology of REM and NREM sleep. Sleep Med, 8.