Orígenes y desarrollo del mentalismo en psicología
En el campo de la psicología, el mentalismo ha sido objeto de estudio y debate durante décadas. Se refiere a una corriente de pensamiento que se centra en el análisis de los procesos mentales, aquellos que no pueden ser observados de forma objetiva. Esta perspectiva contrasta con las corrientes que priorizan el estudio de las conductas observables. A lo largo de la historia, el mentalismo ha englobado diferentes orientaciones teóricas, como el estructuralismo, el funcionalismo y el cognitivismo contemporáneo, así como el psicoanálisis y el humanismo.
Los orígenes del mentalismo en la psicología
El término mentalismo fue acuñado por Allan Paivio en los años 70 para referirse al uso del método introspectivo como técnica básica de la psicología científica. Paivio popularizó el concepto de “mentalismo clásico” para hacer referencia al estudio de la conciencia a través del método introspectivo y de la subjetividad.
En los inicios de la psicología científica, el método introspectivo dominó la escena. Los psicólogos buscaban comprender la mente a través de la introspección, es decir, la observación y descripción de los propios procesos mentales. Sin embargo, este enfoque comenzó a perder protagonismo a partir de la publicación del libro de John B. Watson en 1913, donde se proponía el conductismo como nueva corriente de estudio.
La “Revolución Cognitiva” y el resurgimiento del estudio de la mente
A partir de la década de 1960, se produjo lo que se conoce como la “Revolución Cognitiva”, un movimiento que llevó a retomar el estudio de la mente a través de técnicas más objetivas. El cognitivismo se convirtió en una corriente dominante en la psicología, coexistiendo con el conductismo radical skinneriano.
A diferencia del enfoque introspectivo, el cognitivismo se preocupó más por la objetividad y el estudio de los procesos mentales desde una perspectiva científica. Se interesó por entender cómo las personas adquieren, procesan y utilizan la información, y cómo esto influye en su comportamiento y experiencia.
La combinación de perspectivas mentalistas y conductistas en la actualidad
En la actualidad, la psicología ha evolucionado hacia una perspectiva más integradora, combinando enfoques mentalistas y conductistas. La neurociencia cognitiva es un ejemplo claro de esta tendencia, ya que busca comprender los procesos mentales a través del estudio del cerebro y su funcionamiento.
El debate entre perspectivas mentalistas y conductistas sigue vigente en la psicología. Hay psicólogos que se enfocan en el estudio de las conductas observables y otros que destacan el papel de los procesos mentales en la comprensión de la experiencia humana. Ambas perspectivas aportan elementos importantes para la comprensión de la psicología y no se espera que este debate se resuelva pronto.
El mentalismo en psicología se refiere al estudio de los procesos mentales, aquellos que no pueden ser observados de forma objetiva. A lo largo de la historia, ha habido corrientes que han priorizado el análisis de estos procesos, como el estructuralismo, el funcionalismo y el cognitivismo contemporáneo. Sin embargo, el método introspectivo, que fue dominante en los inicios de la psicología científica, perdió protagonismo con la llegada del conductismo. A partir de la década de 1960, se produjo una “Revolución Cognitiva” que llevó a retomar el estudio de la mente desde una perspectiva más objetiva. En la actualidad, se combinan las perspectivas mentalistas y conductistas, y el debate entre ellas sigue abierto.