Obsesión: Causas, Síntomas y Tratamiento Descubiertos
Las obsesiones son dinámicas de pensamiento en las que la mente se aferra a una idea fija. Estas ideas suelen estar asociadas a sucesos, eventos o situaciones que generan temor o angustia. A diferencia de las preocupaciones, las obsesiones son más intensas, frecuentes y duraderas, causando un mayor malestar en la persona. Además, las obsesiones suelen ser más difíciles de controlar y resisten los intentos de eliminarlas.
“Nuestras obsesiones nos definen, pero solo nosotros podemos decidir cómo nos controlan”.
Para considerar una obsesión como patológica, debe ser repetitiva, recurrente, involuntaria e incontrolable. Sin embargo, es importante destacar que no todas las obsesiones son patológicas. Algunas obsesiones normativas desaparecen con el tiempo o la resolución del problema que las causa. Por otro lado, las obsesiones graves, acompañadas de actos compulsivos, pueden indicar la presencia de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
El TOC es un trastorno mental en el cual las personas experimentan obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes no deseados que causan ansiedad y malestar. Las compulsiones son actos repetitivos que las personas realizan en respuesta a las obsesiones con el fin de aliviar la ansiedad. A menudo, las personas con TOC reconocen que sus pensamientos y comportamientos son irracionales, pero no pueden evitarlos.
Tipos de obsesiones
Existen diferentes tipos de obsesiones que pueden manifestarse en las personas:
Obsesión por el orden y la organización
Estas personas sienten una necesidad compulsiva de tener todo ordenado y estructurado. Cualquier desorden o falta de organización puede generar ansiedad y malestar. Pasan mucho tiempo organizando y reorganizando sus pertenencias, y se sienten incómodas en espacios desordenados.
Miedos obsesivos relacionados al hogar
Algunas personas experimentan obsesiones relacionadas con la seguridad de su hogar. Pueden sentir la necesidad de revisar constantemente que las puertas y ventanas estén cerradas correctamente, a pesar de haberlo verificado repetidamente. Estos miedos obsesivos pueden generar un gran estrés en la vida diaria de estas personas.
Ideas obsesivas acerca de la limpieza y las enfermedades
Algunas personas tienen pensamientos obsesivos relacionados con la limpieza y el temor a enfermedades. Pueden llevar a cabo rituales de limpieza excesivos e innecesarios, como lavarse las manos frecuentemente o limpiar constantemente su entorno. Estas obsesiones pueden interferir con sus actividades diarias y generar un gran malestar.
Miedos obsesivos a correr peligro físico
Algunas personas experimentan miedos obsesivos relacionados con su seguridad física. Pueden tener miedo de ser robados, agredidos o sufrir algún tipo de accidente. Estos pensamientos obsesivos pueden llevarlos a evitar ciertos lugares o situaciones que consideran peligrosos, lo cual puede limitar su vida en gran medida.
Pensamientos obsesivos de naturaleza sexual
Algunas personas experimentan pensamientos obsesivos de naturaleza sexual que les generan un gran malestar. Pueden tener miedo de ser o convertirse en abusadores sexuales, incluso sin ninguna evidencia que respalde estas creencias. Estos pensamientos pueden generar ansiedad y vergüenza, lo cual puede llevar a estas personas a evitar las relaciones sexuales o tener una vida sexual limitada.
La gestión de estos pensamientos obsesivos puede variar dependiendo de si se trata de un diagnóstico de TOC o de pensamientos temporales. En el caso del TOC, es necesario buscar ayuda profesional, ya que se requiere una terapia adecuada para el trastorno y técnicas de manejo específicas para cada tipo de obsesión.
Si se trata de pensamientos temporales que no cumplen con los criterios del TOC, existen algunas técnicas que se pueden llevar a cabo para gestionarlos:
- Realizar ejercicio físico regularmente: el ejercicio físico puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
- Dejar que los pensamientos fluyan: en lugar de luchar contra los pensamientos obsesivos, se puede tratar de aceptarlos y dejar que fluyan sin darles demasiada importancia.
- Conocer el origen y solucionar el problema: a veces, los pensamientos obsesivos tienen su origen en situaciones o experiencias traumáticas. Identificar el origen y buscar una solución puede ayudar a disminuir la obsesión.
- Escribir los pensamientos: escribir los pensamientos obsesivos en un diario puede ayudar a sacarlos de la mente y disminuir su poder.
- Practicar técnicas de relajación: técnicas como la respiración profunda, la meditación o el yoga pueden ayudar a reducir la ansiedad y calmar la mente.
- Buscar ayuda profesional en psicología: si las técnicas anteriores no funcionan o si los pensamientos obsesivos continúan causando un malestar significativo en la vida diaria, es recomendable buscar ayuda profesional en psicología.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué diferencia una preocupación de una obsesión?
A diferencia de las preocupaciones, las obsesiones tienen mayor intensidad, frecuencia y duración, causando más malestar. Además, las obsesiones son más difíciles de controlar y resisten los intentos de eliminarlas.
2. ¿Cuándo se pueden considerar patológicas?
Las obsesiones pueden considerarse patológicas cuando son repetitivas, recurrentes, involuntarias e incontrolables. En caso de que las obsesiones sean graves y estén acompañadas de actos compulsivos, pueden indicar la presencia de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
3. ¿Cómo gestionar pensamientos obsesivos temporales?
Si se trata de pensamientos obsesivos temporales que no cumplen con los criterios del TOC, se pueden llevar a cabo técnicas como ejercicio físico regular, dejar que los pensamientos fluyan, conocer el origen y solucionar el problema, escribir los pensamientos, practicar técnicas de relajación y, en caso de no funcionar, buscar ayuda profesional en psicología.
Conclusión:
Las obsesiones son dinámicas de pensamiento en las que la mente se aferra a una idea fija. Pueden manifestarse de diferentes formas, como obsesiones por el orden y la organización, miedos obsesivos relacionados al hogar, ideas obsesivas acerca de la limpieza y las enfermedades, miedos obsesivos a correr peligro físico y pensamientos obsesivos de naturaleza sexual. La gestión de estos pensamientos puede variar dependiendo de si se trata de un diagnóstico de TOC o de pensamientos temporales. En cualquier caso, es importante buscar ayuda profesional si los pensamientos obsesivos están causando un malestar significativo en la vida diaria.