La ley de Amara: expectativas altas, resultados a largo plazo.

La ley de Amara es un concepto interesante que describe cómo los seres humanos tendemos a tener expectativas muy altas sobre una nueva tecnología en sus primeras etapas de desarrollo, pero luego nos decepcionamos cuando no cumple con nuestras expectativas a corto plazo. Sin embargo, a medida que la tecnología avanza y se perfecciona, sus efectos reales a largo plazo pueden ser mucho más significativos de lo que originalmente anticipamos.

La ley de Amara y sus aspectos relevantes

1. Expectativas a corto plazo vs. resultados a largo plazo

La ley de Amara nos enseña que tendemos a sobrestimar los efectos de una nueva tecnología en sus primeras etapas. Esto se debe a que estamos emocionados por las posibilidades que ofrece y soñamos con cómo cambiará radicalmente nuestras vidas. Sin embargo, a medida que la tecnología se desarrolla y se implementa a gran escala, nos damos cuenta de que sus beneficios reales pueden tardar más tiempo en materializarse.

Por ejemplo, cuando los teléfonos móviles se introdujeron por primera vez en la década de 1980, muchos esperaban que revolucionaran completamente la forma en que nos comunicamos. Si bien es cierto que los teléfonos móviles han cambiado nuestras vidas de muchas maneras, las expectativas iniciales eran mucho más altas que los resultados reales a largo plazo.

2. El ciclo de la sobreexpectación

La consultora tecnológica Gartner Inc. propuso un ciclo llamado “el ciclo de la sobreexpectación” que sigue las etapas de disparador, pico de expectativas, desilusión, cuesta de iluminación y planicie productiva. Este ciclo ilustra cómo nuestras expectativas iniciales sobre una nueva tecnología pueden ser exageradas, seguidas de una fase de desilusión cuando la tecnología no cumple con nuestras expectativas.

El caso del GPS es un ejemplo claro de cómo se cumple la ley de Amara. Cuando el GPS se introdujo por primera vez, se esperaba que fuera una herramienta revolucionaria para la navegación. Sin embargo, muchos usuarios inicialmente se decepcionaron con la precisión y la falta de cobertura en áreas rurales o urbanas densas. Con el tiempo, a medida que la tecnología se mejoró y se amplió la infraestructura de satélites, el GPS se convirtió en una herramienta indispensable para la navegación en todo el mundo.

3. Otros ejemplos de la ley de Amara

La ley de Amara se ha aplicado a numerosas tecnologías a lo largo de la historia. Por ejemplo, la computación ha experimentado una sobreexpectación similar. Cuando las primeras computadoras fueron desarrolladas, se esperaba que revolucionaran la forma en que procesamos información y realicemos tareas. Sin embargo, llevó décadas de desarrollo y mejoras para que las computadoras se convirtieran en la herramienta omnipresente que son hoy en día.

De manera similar, la secuenciación del genoma humano ha seguido un patrón similar. Cuando se secuenció por primera vez el genoma humano, hubo una gran expectación sobre cómo esta información podría revolucionar la medicina y la comprensión de nuestra biología. Sin embargo, los beneficios reales de esta tecnología han tardado más tiempo en materializarse y todavía estamos descubriendo nuevas aplicaciones y usos para esta información.

Las energías renovables también han experimentado altas expectativas seguidas de desilusión. A medida que enfrentamos la crisis climática, se espera que las energías renovables sean una solución para nuestras necesidades energéticas. Sin embargo, la implementación a gran escala de estas tecnologías ha enfrentado desafíos técnicos y económicos, lo que ha llevado a un proceso de aprendizaje lento y a veces desalentador.

Finalmente, la domótica, o la automatización del hogar, ha sido otra área en la que las expectativas iniciales han superado los resultados reales. Se esperaba que la domótica transformara la forma en que interactuamos con nuestros hogares, brindando comodidad y eficiencia. Sin embargo, la adopción masiva de esta tecnología ha sido lenta y ha habido desafíos en términos de interoperabilidad y seguridad.

4. La ley de Amara en el ámbito educativo

En el ámbito educativo, la incorporación de nuevas tecnologías en las aulas ha generado altas expectativas pero también desilusión cuando no se han cumplido los beneficios esperados. Se ha argumentado que la tecnología en el aula puede mejorar el aprendizaje, aumentar la participación de los estudiantes y brindar acceso a recursos educativos en línea. Sin embargo, los estudios han demostrado que los beneficios reales de la tecnología en la educación son más complejos y no se logran automáticamente.

Es importante que los centros educativos evalúen cuidadosamente la utilidad y necesidad real de incorporar nuevas tecnologías en el aula. No todas las tecnologías son adecuadas para todos los contextos educativos y es esencial considerar el costo, la formación docente y el impacto real en el aprendizaje de los estudiantes. Además, es crucial que el profesorado y alumnado estén preparados para sacar el máximo provecho de estas tecnologías, a través de una formación adecuada y una comprensión clara de cómo utilizarlas de manera efectiva.

La ley de Amara nos enseña que tendemos a sobrestimar los efectos de una nueva tecnología a corto plazo y subestimar su efecto a largo plazo. Esto se debe a nuestras altas expectativas iniciales y nuestra falta de comprensión completa de cómo se desarrollará y mejorará la tecnología en el futuro. La ley de Amara se ha observado en numerosos ejemplos, como el GPS, la computación, la secuenciación del genoma humano, las energías renovables y la domótica. En el ámbito educativo, es esencial evaluar cuidadosamente la utilidad y necesidad real de incorporar nuevas tecnologías en las aulas, y asegurarse de que tanto el profesorado como el alumnado estén preparados para aprovechar al máximo estas herramientas.

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