El experimento de Stanley Milgram y la obediencia a la autoridad

En este artículo vamos a explorar un experimento psicológico fascinante que aborda la cuestión de si cualquier ser humano puede cometer crímenes atroces por obediencia a la autoridad. En el siglo XX, hemos sido testigos de crímenes masivos contra la humanidad, como los campos de exterminio nazis y las guerras entre potencias económicas, lo que nos lleva a reflexionar sobre la influencia de la autoridad en el comportamiento humano.

Stanley Milgram y su experimento sobre obediencia a la autoridad

Para entender este fenómeno, es importante conocer a Stanley Milgram, un psicólogo que se propuso medir la disposición de las personas a obedecer órdenes de autoridad. En la década de 1960, Milgram llevó a cabo un controvertido experimento que arrojó luz sobre la capacidad de las personas para cometer actos moralmente cuestionables bajo la influencia de la autoridad.

Preparación del experimento

Milgram reclutó participantes para su estudio, a quienes se les asignaron roles de “maestro” y “alumno”. Los participantes creían que estaban contribuyendo a una investigación sobre la memoria, pero en realidad, el experimento se centraba en la obediencia a la autoridad. El papel de los participantes era administrar descargas eléctricas al “alumno” cada vez que este respondía incorrectamente a una pregunta.

Mecánica del experimento

El experimento de Milgram se llevaba a cabo en un laboratorio, donde el “maestro” se encontraba frente a una máquina que supuestamente administraba descargas eléctricas al “alumno”. En realidad, las descargas eran simuladas y el “alumno” era un actor que fingía recibir dolor.

El investigador, que también era un actor, instruía al “maestro” a aumentar la intensidad de las descargas eléctricas cada vez que el “alumno” respondía incorrectamente. A medida que las descargas aumentaban, el “alumno” simulaba experimentar más dolor y sufrimiento, lo que presionaba al “maestro” a seguir las órdenes del investigador.

Resultados sorprendentes

Los resultados del experimento de Milgram fueron impactantes. A pesar de que los participantes podían escuchar los gritos de dolor del “alumno” y tener dudas sobre la ética de sus acciones, el 65% de ellos llegó hasta el nivel máximo de descarga eléctrica. Esto demostró la disposición de las personas a obedecer órdenes de autoridad, incluso cuando contradecían sus propios valores y causaban sufrimiento a otros.

Conclusiones de Milgram

Milgram concluyó que la obediencia a la autoridad puede llevar a las personas a abdicar de su responsabilidad individual y actuar de manera moralmente cuestionable. El experimento también reveló la importancia de la influencia social en la obediencia, ya que la presencia de un investigador autoritario y persuasivo fue suficiente para que los participantes continuaran con las descargas eléctricas.

Relevancia criminológica

Este experimento tiene una gran relevancia en el campo de la criminología, especialmente en relación con los criminales de guerra nazis y la justificación de seguir órdenes. Milgram demostró que la obediencia ciega a la autoridad puede ser un factor determinante en la comisión de crímenes atroces, lo que plantea interrogantes sobre la responsabilidad individual en situaciones extremas.

El principio de obediencia a la autoridad

El experimento de Milgram también nos lleva a reflexionar sobre el principio de obediencia a la autoridad y su papel en la violencia institucionalizada. A menudo, las personas siguen órdenes sin cuestionarlas debido a la confianza en la autoridad y el temor a las consecuencias de la desobediencia. Este principio puede tener implicaciones significativas en situaciones de abuso de poder y violaciones de los derechos humanos.

Teorías explicativas

Existen dos teorías que intentan explicar los fenómenos observados en el experimento de Milgram. La primera es la teoría de la conformidad con el grupo, que sugiere que las personas tienden a seguir las normas y órdenes establecidas por la autoridad para adaptarse al grupo social en el que se encuentran. La segunda teoría es la cosificación, que postula que la obediencia a la autoridad puede llevar a la deshumanización de los demás, convirtiéndolos en meros objetos de manipulación.

Importancia en la Psicología social y la criminología

El experimento de Milgram ha tenido un impacto significativo en el campo de la Psicología social y la criminología. Ha demostrado la fragilidad de los valores humanos ante la obediencia ciega a la autoridad y ha generado debates sobre la responsabilidad individual y la influencia social en el comportamiento humano. Además, ha contribuido a una mayor comprensión de los mecanismos psicológicos que pueden llevar a la comisión de actos inmorales.

El experimento de Stanley Milgram sobre obediencia a la autoridad nos muestra la capacidad de las personas para cometer crímenes atroces bajo la influencia de la autoridad. A través de su experimento, Milgram demostró que la obediencia a la autoridad puede llevar a la abdicación de la responsabilidad individual y a la comisión de actos moralmente cuestionables. Este experimento ha tenido una gran relevancia en la criminología y ha generado debates sobre la influencia social en el comportamiento humano. Nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuestionar las órdenes de autoridad y a no perder de vista nuestros propios valores y principios éticos.

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