Articulaciones cartilaginosas: anatomía y particularidades.
El aparato locomotor es fundamental para que los seres vivos puedan moverse y responder a los estímulos del entorno. En el caso del ser humano, este sistema cuenta con 206 huesos, más de 650 músculos y 360 articulaciones, siendo 86 de ellas localizadas en el cráneo.
Las articulaciones: estructuras especializadas
Las articulaciones son estructuras especializadas que permiten la unión entre dos o más huesos o estructuras óseas y cartilaginosas. Estas son vitales para el movimiento y la estabilidad del cuerpo humano.
Tipos de articulaciones
Existen tres categorías principales de articulaciones: sinoviales, fibrosas y cartilaginosas. Las articulaciones sinoviales son las más comunes y permiten un amplio rango de movimiento. Las articulaciones fibrosas, por otro lado, son más rígidas y tienen un movimiento limitado. Por último, las articulaciones cartilaginosas son más móviles que las fibrosas pero menos que las sinoviales.
Articulaciones cartilaginosas: anatomía y particularidades
Las articulaciones cartilaginosas son estructuras que forman las regiones de crecimiento de los huesos largos y los discos intervertebrales de la columna humana. Estas articulaciones están compuestas principalmente por cartílago, lo que les brinda una mayor flexibilidad.
Tipos de articulaciones cartilaginosas
Las articulaciones cartilaginosas se dividen en dos tipos principales: sincondrosis y sínfisis.
Sincondrosis
En la sincondrosis, el elemento que conecta los huesos es el cartílago hialino. Esta articulación es de formación transitoria, es decir, se encuentra presente durante el desarrollo del individuo pero desaparece con el tiempo.
Algunos ejemplos de sincondrosis son la articulación entre la apófisis basilar del occipital y el cuerpo del esfenoides, y la articulación esternocostal, que une el esternón con las costillas.
Sínfisis
En la sínfisis, los huesos en contacto están unidos por una lámina de fibrocartílago. Estas articulaciones son permanentes y se caracterizan por ser más fuertes y estables.
Algunos ejemplos de sínfisis son la sínfisis púbica, que une los huesos del pubis en la pelvis, la sínfisis mandibular, que une los dos huesos de la mandíbula, la región sacrococcígea, que une el sacro con el cóccix, y las articulaciones entre las vértebras de la columna vertebral.
Los discos intervertebrales
Los discos intervertebrales son estructuras fibrocartilaginosas que se encuentran entre las vértebras de la columna vertebral. Estos discos permiten la flexibilidad de la columna y protegen la médula espinal.
A medida que envejecemos, los discos intervertebrales se degradan, lo que puede causar una reducción de la altura y aumentar el riesgo de fracturas. Además, la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos, también puede contribuir a la reducción de estatura.
Funciones de las articulaciones cartilaginosas
Las articulaciones cartilaginosas cumplen diversas funciones importantes en el cuerpo humano. Por un lado, brindan estabilidad a la columna vertebral, permitiendo mantener una postura adecuada y realizar movimientos coordinados.
Por otro lado, las articulaciones cartilaginosas también son responsables de la manifestación de características sexuales secundarias, como el crecimiento de la pelvis durante la pubertad en las mujeres.
Importancia de la homeostasis interna y el movimiento
Cada estructura en el cuerpo humano tiene una función específica para mantener la homeostasis interna y realizar movimientos en el medio. Las articulaciones cartilaginosas desempeñan un papel fundamental en este equilibrio, al permitir una adecuada movilidad y estabilidad.
Las articulaciones cartilaginosas son estructuras especializadas que permiten la unión entre huesos y estructuras óseas y cartilaginosas. Estas articulaciones, compuestas principalmente por cartílago, son más móviles que las articulaciones fibrosas pero menos que las sinoviales.
Existen dos tipos principales de articulaciones cartilaginosas: sincondrosis y sínfisis. En la sincondrosis, el cartílago hialino conecta los huesos de manera transitoria, mientras que en la sínfisis, los huesos están unidos por una lámina de fibrocartílago de forma permanente.
Los discos intervertebrales son sínfisis fibrocartilaginosas que se sitúan entre las vértebras de la columna y permiten la flexibilidad y protección de la médula espinal. Con el envejecimiento, estas articulaciones pueden degradarse, lo que afecta la altura y aumenta el riesgo de fracturas.
Estas estructuras contribuyen a mantener la homeostasis interna y permiten realizar movimientos en el medio.