7 características clave de la dismorfia muscular: todo lo que debes saber
La vigorexia, también conocida como complejo de Adonis o dismorfia muscular, es un trastorno mental que afecta principalmente a hombres y se caracteriza por la obsesión por ganar masa muscular. Las personas que padecen vigorexia experimentan una distorsión de la imagen corporal, percibiéndose como personas que no están lo suficientemente musculadas o fuertes. Esta obsesión por la musculatura puede llegar a interferir en su vida diaria, afectando su salud física y mental.
El deseo de alcanzar un físico musculoso puede llegar a convertirse en una obsesión que consume todos los aspectos de la vida de quienes padecen vigorexia.
La vigorexia está asociada a varios factores, como el perfeccionismo y la autoexigencia alta. Los hombres perfeccionistas y con una mentalidad inflexible en temas de salud e imagen corporal son más propensos a manifestar este trastorno. Además, las personas que se exigen siempre llegar al máximo y demostrar que se esfuerzan mucho también tienen mayor probabilidad de sufrir vigorexia.
Otro factor relacionado con la vigorexia son las dificultades en las relaciones interpersonales y los problemas emocionales. Muchos hombres con vigorexia se esfuerzan al máximo en el gimnasio como forma de gestionar su malestar emocional causado por relaciones interpersonales frustrantes o fallidas. Sin embargo, es importante destacar que la práctica de deporte ayuda, pero no debe ser la única herramienta terapéutica para solucionar problemas emocionales.
Además, se ha encontrado una relación entre la vigorexia y antecedentes de sobrepeso y acoso escolar. Es común que las personas con vigorexia hayan tenido sobrepeso en su infancia y, al crecer, intenten romper con ese pasado adoptando un estilo de vida saludable y obsesionándose con el deporte para demostrar que ya no son como antes.
La alimentación también es una preocupación importante para las personas con vigorexia. Aunque no se considera un trastorno alimentario propiamente dicho, la vigorexia comparte con la anorexia y la bulimia nerviosa una gran preocupación por la dieta. Los hombres vigoréxicos suelen seguir dietas ricas en proteínas y evitar los carbohidratos y grasas, privándose de muchas comidas que consideran “no saludables”.
Además de la preocupación por la alimentación, muchas personas con vigorexia recurren al consumo de sustancias ilícitas para acelerar el proceso de ganancia de masa muscular. Tomar suplementos alimenticios como proteínas en polvo o creatinina es común entre los vigoréxicos, pero algunos llegan a tomar sustancias no lícitas como hormonas y esteroides anabolizantes, con conocimiento de los riesgos que implican.
Otro aspecto importante de la vigorexia es la asociación con lesiones y desproporción corporal. El ejercicio compulsivo puede llevar a lesiones musculares y óseas, especialmente cuando se realiza de forma excesiva y sin descanso adecuado. Además, los hombres con vigorexia suelen entrenar de forma desproporcionada partes del cuerpo que perciben como más delgadas, como el pecho, las piernas o los brazos, generando una desproporción corporal visible.
La vigorexia está también alimentada por el canon de belleza masculino impuesto por los medios de comunicación. La cultura de la belleza masculina ha influenciado la obsesión por la masa muscular, considerando que el hombre ideal es musculado y viril. Esto ha llevado a más hombres que mujeres a padecer vigorexia, pero ambos trastornos están alimentados por los estereotipos de belleza que se promueven en la sociedad.
Preguntas frecuentes
¿La vigorexia solo afecta a hombres?
Aunque la vigorexia afecta principalmente a hombres, también puede afectar a mujeres. Sin embargo, la prevalencia es mucho mayor en hombres debido a los estereotipos de belleza masculina impuestos por la sociedad.
¿Cuáles son los efectos negativos de la vigorexia en la salud mental?
La vigorexia puede tener efectos negativos en la salud mental, como la ansiedad, la depresión y la falta de autoestima. La obsesión por alcanzar un físico musculoso puede consumir todos los aspectos de la vida de quienes padecen vigorexia, afectando sus relaciones personales, su rendimiento académico o laboral, e incluso su bienestar emocional.
¿Existe tratamiento para la vigorexia?
Sí, la vigorexia puede ser tratada. Es importante buscar ayuda profesional, como la terapia psicológica y el apoyo de un nutricionista. La terapia psicológica puede ayudar a abordar las causas subyacentes de la vigorexia y promover una imagen corporal saludable. Por otro lado, un nutricionista puede ayudar a establecer una alimentación equilibrada y adecuada a las necesidades de cada individuo.
¿Se puede prevenir la vigorexia?
Si bien no se puede prevenir completamente la vigorexia, se pueden tomar medidas para promover una imagen corporal saludable y romper con los estereotipos de belleza impuestos por la sociedad. Promover una relación equilibrada con el ejercicio físico y fomentar la diversidad corporal pueden contribuir a prevenir la aparición de trastornos alimentarios y dismorfias corporales.
¿Existen otros trastornos relacionados con la preocupación excesiva por la apariencia física?
Sí, además de la dismorfia muscular, existen otros trastornos relacionados con la preocupación excesiva por la apariencia física. Algunos ejemplos son la dismorfia facial, en la que la persona está obsesionada con los defectos o imperfecciones de su rostro, y la dismorfia de tamaño genital, en la que la persona se obsesiona con el tamaño de sus genitales. Estos trastornos también requieren atención y tratamiento adecuados.
Conclusión:
La vigorexia, también conocida como complejo de Adonis o dismorfia muscular, es un trastorno mental que se caracteriza por la obsesión por ganar masa muscular. Las personas que padecen vigorexia experimentan una distorsión de la imagen corporal, percibiéndose como personas que no están lo suficientemente musculadas o fuertes. Este trastorno está asociado a diversos factores, como el perfeccionismo, las dificultades en las relaciones interpersonales y la preocupación por la alimentación. Además, la vigorexia puede tener efectos negativos en la salud mental y física de quienes la padecen. Es importante buscar ayuda profesional para su tratamiento y promover una imagen corporal saludable para prevenir su aparición.